Según fuentes de la organización eocologista, la estadística señala que de cada individuo petroleado que se lleva a un centro de recuperación han muerto cinco en lugares inaccesibles. Además, la mortalidad aumenta día a día, pues buena parte de las aves tratadas acaban muriéndose por el bajo nvel de defensas orgánicas.

La especie más amenazada es el Arao Común, que en España sólo cría en dos colonias, cabo Vilano y las islas Sisarga, en la Costa de la Muerte, ambas incluidas en la red Natura 2000 de la Unión Europea.

Ya se han identificado 18 araos muertos, muchos de los cuales deben pertenecer a la diminuta colonia española, cifrada entre cinco y once parejas, lo cual puede suponer la extinción de la especie en nuestro país.