En un artículo publicado en elúltimo número de la revista "Temas", cuyo consejo de redacción está presidido por Alfonso Guerra, el socialista González Laxe critica la escasa celeridad del Gobierno ante el vertido y lanza una serie de propuestas para evitar que algo semejante se repita.

En primer lugar, aboga por ese centro especializado para todo el Atlántico europeo, encargado de las labores de seguimiento, prevención y actuación en caso de contaminación. Debería contar con medios técnicos suficientes y actualizados para estudiar conocer y recomendar las normativas que incrementen la seguridad.

Asimismo, explica, deben existir planes de emergencia claros y permanentemente actualizados, disponibles en todas las costas y con los medios necesarios para actuar de manera inmediata, coordinando los voluntarios desde el primer momento.

Aboga también por normas emanadas de la Comisión Europea con requisitos rigurosos a cumplir por parte de los buques que transporten mercancías peligrosas y con riesgo de producir catástrofes mediambientales, que deberán pasar inspecciones intensivas y cuyos resultados han de ser públicos.

González Laxe juzga necesario que los denominados "corredores de paso" estén más alejados de las costas, sean vigilados por satélite, y sean internacionales, de forma que exista una estrecha vinculación entre países. Esto permitiría conocer los datos del tráfico y sus previsiones, la información de los buques y sus características, y el resultado de las inspecciones.

En su opinión, debe abandonarse el cncepto de "el que contamina paga" y sustituirse por "el que contamina es sancionado; tiene la obligación de reparar la situación generada, y dejarla en el punto de partida inicial".

El ex presidente de la Xunta considera que la ayuda aprobada por el Gobierno para los afectados es "bastante más escasa y reducida" que la renta generada por el sector, y advierte del riesgo de desmoronamiento de la pesca artesanal y el marisqueo en muchas poblaciones, dada la edad media-alta de quienes se dedican a ello ysus dificultades para encontrar otro empleo en zonas dedicadas casi exclusivamente al mar.

Considera, por todo ello, que "fue y sigue siendo un error minimizar los efectos de la marea negra, continua siendo un completo desacierto limitarse a atenuar las consecuencias directas e indirectas de la catástrofe, y resulta incomprensible la falta de sensibilidad y la tardía respuesta de las instituciones sobre Galicia, que es la región más importante de la Unión Europea en materia pesquera".