Según informó hoy el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la rueda de prensa posterior al Consejo, se trata de una iniciativa del Gobierno español que fue trasladada a Bruselas para exigir que sólo los petroleros de doble casco puedan transportar estos productos de alta toxicidad y gran peligro para el medio ambente, instando a los miembros de la UE a que también prohíban el acceso a sus puertos de petroleros de casco único.

Se trata de impedir, en lo posible, que se acerquen a las costas los petroleros más peligrosos. "Hay que hacer mucho más difícil que, en el futuro, se repitan hechos con consecuencias tan desgraciadas como las provocadas por el reciente naufragio del "Prestige" cerca de nuestras costas gallegas", ha dicho Rajoy.

Se trata de una medida "contundente" para hacer desaparecer cuanto ante este tipo de buques monocasco y para asegurar que las materias más tóxicas se transporten con las mayores medidas de seguridad posibles, explicó el vicepresidente.

Por todo, se prohíbe la entrada en puertos españoles, en terminales o en zonas de fondeo, de buques petroleros de casco único, cualquiera que sea la bandera que enarbolen, que transporten fuel pesado, alquitrán, betún asfáltico, petróleo y crudo pesado. Asimismo, se establece un régimen sancionador.