La tensión había ido "in crescendo" durante toda la sesión de control parlamentario porque los diputados del PP ya dieron gritos de "Caldera, dimisión" en anteriores preguntas parlamentarias, por considerar que el portavoz del PSOE manipuló ayer un documento de Marna Mercante para intentar probar que las decisiones del Ejecutivo favorecieron el hundimiento del barco.

Al iniciar Caldera su pregunta a Rajoy, todos los parlamentarios del PP abandonaron el hemiciclo y sólo quedaron, además de Rajoy, el ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, que previamente había respondido otras preguntas, y el portavoz del grupo, Luis de Grandes.

Caldera replicó al vicepresidente que quien ha mentido reiteradamente es él, al dar versiones de lo que sucedió con el "Pretige", y añadió: "tranquilos, ya tendrán tiempo de pedir dimisiones cuando estén en la oposición. Será pronto. Ahora ayuden a Galicia, que no lo están haciendo".

Tras un prolongado aplauso de los socialistas, Rajoy replicó duramente: "Señor Caldera, ¿No le queda a usted ni un poco de dignidad para atreverse a ser capaz de comparecer en el Parlamento después de lo que hizo ayer?". A lo cual, Caldera se preguntó cómo es posible que "el señor de los hilillos", en alusión a las afirmaciones de Rajoy sobreel fuel que sigue manando de los tanques del barco, se atreva a pedir dimisiones a la oposición.

Caldera se ratificó "en todo" lo que dijo ayer y explicó que a las 3.00 el Gobierno erró por omisión, cuando permitió que el capitán del barco cambiara a rumbo sur de forma "catastrófica", y a las 8.00, cuando ratificó la decisión de variar rumbo al sur. "Su gobierno ha decidido que, como lo han hecho tan mal, chapapote para todos. Y nosotros vamos a exigir que limpien el chapapote. No Nos van a encontrar n la confusión que quieren crear ni en el desprestigio de la política y las instituciones".

A partir de ahí, la crispación de la sesión subió de forma exponencial. Rajoy replicó al portavoz socialista que "usted no tiene nada que perder, no tiene credibilidad, no tiene ética, no tiene moral, miente y es una persona indigna de estar en este Parlamento. Dimita, señor Caldera".

Fuera, en los pasillos del hemiciclo y frente a un televisor, una treintena de diputados del PP siguieron el pulso verbal Cldera-Rajoy. Martínez Pujalte señaló que "le aplauden cuando está muerto (Caldera). El día que me aplaudáis así, me retiro".

Ya en las siguientes preguntas, la tensión subió aún más de tono. En sus diferentes intervenciones, los diputados socialistas Diego López Garrido, Alvaro Cuesta y Máximo Díaz-Cano dedicaron duros reproches al PP.

Cuesta, visiblemente alterado, espetó a los escaños del PP que "ustedes han protagonizado la etapa más negra desde el 23-F". Como "demócrata y antifranquista" dijohaber sentido vergüenza, a lo que Mariano Rajoy le replicó preguntando si como demócrata y antifranquista no le duele tener una persona que miente entre sus filas.

Por su parte, Máximo Díaz Cano reprochó a Rajoy el "espectáculo" antidemocrático vivido esta tarde, y añadió que no quería contribuir a esa estrategia. "Si quieren que se dé la cara, que vaya el señor Aznar a Galicia", añadió.