En declaraciones a la salida de la Comisión de Infraestructuras del Congreso, donde acudió a explicar la evolución del vertido en la costa gallega, Alvarez-Cascos recalcó que se trata de decisiones "independientes".

"Hay un proyecto de Puerto Exterior", indicó, "en el que se están ultimando las decisiones de carácter técnico y presupuestario",y que desarrolla con urgencia "para que las limitaciones del puerto actual de La Coruña" se vean solucionadas con estas nuevas instalaciones.

En este sentido, subrayó que este proyecto no está vinculado "más que a las propias necesidades de crecimiento del puerto de La Coruña", y desde el Ministerio de Fomento no se ha hablado de que tenga nada que ver con el futuro puerto refugio.

Sobre esta cuestión, indicó que las directivas europeas del paquete "Erika II" prevé el establecimiento de zonas de efugio, y lo que se decida debe hacerse "en el marco de las decisiones conjuntas de todos y cada uno los países europeos".

Es un asunto suficientemente "delicado y complejo para que no haya improvisaciones", recalcó, para insistir en que de su departamento no ha surgido "ninguna vinculación de la condición de puerto de refugio con cualquiera de los puertos europeos o españoles".