Los Bomberos de la Generalitat, siguiendo sus instrucciones, encontraron ayer por la noche los cuerpos de las víctimas, que estaban escondidos en los pozos de una masía abandonada de la localidad de la Pobla de Montornés (Tarragona). El preso explica en su misiva que en 1989 mató a Ramon Secanella porque "había molestado sexualmente" a su hija, mientras que el asesinato del otro hombre ocurrió en 1981 y, según dice, lo ejecutó con ayuda de cómplices.

El recluso detalló el lugar donde estaban enterrados los dos cadáveres y describió los pozos de la casa abandonada. Los bomberos tuvieron que bajar unos 5 metros para recuperarlos.

Argona relata en la carta que está internado en la prisión por un delito que no cometió y que, sn embargo, aún no ha sido procesado por las muertes de las dos personas que dice haber asesinado.