Una vez en los juzgados, el interno propinó un fuerte empujón a uno de los agentes que le custodiaban, en el momento en que le retiraba los grillets.

Los agentes que acompañaban al preso salieron tras él, pero no consiguieron darle alcance y al poco tiempo de abandonar el edificio perdieron su rastro.

La rapidez de su desaparición hace pensar a la policía que Francisco Javier R. preparó la fuga con antelación, ya que sabía qué día le iban a trasladar, y que tenía un cómplice, que le ayudó a escapar.

La policía ha establecido un dispositivo para tratar de localizar al evadido, aunque lo más probable es que esté escondido en algún piso yque permanezca en él hasta que pase algún tiempo.

Todas las unidades de la policía de Gran Canaria están en estado de alerta, mientras fuentes policiales expresaron su confianza en poder capturar rápidamente al recluso.