Durante su discurso en la sesión constitutiva, Pedro Rollán siguió el ejemplo de su predecesor, Ander Gil, y reclamó a los presentes compartir “un minuto de silencio por las víctimas de violencia machista que lamentablemente han tenido lugar desde la celebración del último Pleno de esta Cámara”.

En tono conciliador, comprometió “su “esfuerzo y capacidad de trabajo” y “también con la de todos y cada uno de los miembros de esta sala para dignificar nuestra tarea y para hacer del Senado la casa del diálogo y del acuerdo”.

“No me andaré con paños calientes, todo apunta que no será una legislatura fácil y que la incertidumbre puede que sea la tónica”, aseveró, y añadió que “en ningún caso la dificultad del reto puede suponer una excusa para sucumbir de nuestro objetivo, sino todo lo contrario, debe ser un aliciente para superarnos “.

“Espero que seamos capaces de convertir la Legislatura de la incertidumbre en la Legislatura del diálogo”, afirmó, y agregó que “es lo más útil para nuestro país y es lo que quieren los ciudadanos”.