Annibaldi, que participó hoy en los cursosde verano organizados por la Universidad Complutense de Madrid en El Escorial (Madrid), explicó que la entrada de nuevos socios comunitarios afectaría, sobre todo, al sur de Italia y a las regiones del suroeste de España.

El responsable de Fiat Ibérica se mostró partidario de reforzar primero la unión económica y monetaria europea, para después proceder a una ampliación de la CE, a la que está previsto que se sumen en 1996 Suecia, Noruega, Finlandia y Austria.

Annibaldi resaltó la necesidad de qu España e Italian presten la máxima atención a sus industrias, que "son las que están en condiciones de asegurar el crecimiento y el desarrollo futuro de nuestras sociedades".

A su juicio, el reto de España e Italia está en lograr en el periodo más breve posible la convergencia con Europa. Resaltó que esa convergencia les aportará muchos beneficios, pero, matizó que "esas ventajas tienen un precio y hay que estar dispuestos a asumirlo".

El presidente de Fiat Ibérica dijo que, para que España e Itlia consigan el "sueño europeo de la convergencia", tienen que ser competitivos y reducir su inflación, déficit público y los costes de trabajo. Para ello, los salarios no deben crecer por encima de la productividad.

"Si no nos ponemos en línea con la media comunitaria en inflación, déficit público y costes de trabajo, nuestros productos no serán competitivos, serían productos de segunda clase", advirtió.

Destacó la importancia de poner en marcha acciones para corregir los desequilibrios de rentay riqueza dentro de la CE, y explicó que estas formas de intervención deben dirigirse hacia la inversión y el fomento de la actividad productiva y no sólo hacia ayudas, ya que, a su juicio, la política de subsidio perpetuos no es la solución.

Para Annibaldi, la integración de los países de la EFTA no crearía dificultades significativas, ya que esta integración se está produciendo por la firma de los acuerdos sobre la constitución del espacio económico europeo.

Sin embargo, ve más dificultoso y a ás largo plazo la posible adhesión de los países europeos orientales, las Repúblicas Bálticas, Turquía, y alguna República de la CEI, la antigua Unión Soviética ya que sus niveles de renta y desarrollo están lejos de la CE.

Además, en opinión de Fiat Ibérica, algunos de estos países que han pedido adherirse a la CE presentarían no sólo problemas económicos, sino culturales y políticos.