En declaraciones a Servimedia, Ramilo, que recientemente apostó por hundir un barco canadiense para forzr la reflexión de las autoridades de ese país, señaló que el conflicto del fletán ha dejado claro que en Europa "no hay unión" y que "cada uno va a lo suyo".

A su juicio, los últimos socios europeos han encontrado una comunidad a la carta, mientras que para la entrada de España no se tuvieron en cuenta las dificultades que iban a encontrar sectores como el lechero o el pesquero.

Ramilo estimó que tan "sangrante" como el problema de la pesca, es para Galicia el tema de la leche. "No nos dejan prodcir lo que nosotros consumimos y nos obligan a pagar multas y a comprar los excedentes de leche que producen algunos de nuestros socios en Europa, lo cual es absolutamente paradójico, es kafkiano".

El presidente de los empresarios gallegos culpó directamente de esta situación al entonces ministro de Asuntos Exteriores que negoció la adhesión, Fernando Morán, del que dijo que "era un hombre fundamentalmente frívolo, de escaso conocimiento de los temas. Los sobrevolaba y tampoco dejaba que su equipo fuea con la categoría ni con la dedicación pertinente para resolver los problemas concretos de los distintos sectores", declaró a Servimedia.

En su opinión, el presidente del PP, José María Aznar, puede ser la persona adecuada para realizar la transición económica, después de la transición política de Adolofo Suárez y Felipe González. En este sentido, agregó que "es algo que se necesita urgentemente" y consideró oportuno el programa que ya avanzó Aznar.

Respecto a sus relaciones con el presidente dela Xunta, Manuel Fraga, dijo que "son perfectas" aunque reconoció como lógicas algunas discrepancias porque su obligación es defender los intereses concretos del sector.

Añadió que "los empresarios tenemos que buscar oportunidades donde aparezcan. No voy a excluir ningún escenario, pero lo cierto es que hay que seleccionar los que aparecen más próximos en cuanto a rentabilidad. Esto cambia".

Una de las grandes preocupaciones de Antonio Ramilo es la entrada en funcionamiento de las autovías que harán de enlazar a Galicia con la meseta, obras en las que denuncia "un serio e importante incumplimiento" con respecto a las fechas del acuerdo suscrito por el Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente (MOTPMA) con la Xunta.

Uno de sus más recientes enfrentamientos con Fraga tuvo su origen en la decisión de la Xunta de convertir en autopistas de peaje blando las que unen La Coruña con Carballo y Vigo con Baiona, que en principio iban a ser gratuitas.

En este sentido, Ramilo apoya aora la posición de los empresarios de Orense, que respaldan la construcción de otra autopista de peje que una esa ciudad con Santiago si el MOPTMA no agiliza la construcción de la autovía gratuita que tiene prevista.