En declaraciones a Servimedia, Serraller denunció que la discriminación sigue estando presente en distintos aspectos de la sociedad, pero sobre todo en dos casos concretos, con los inmigrantes y con las mujeres, "que deben tener los mismos derechos que los demás".

"Si yo vo diferencias hacia las mujeres y pongo fronteras a los inmigrantes, pierdo la capacidad de enriquecerme con ellos. Hay que quitarse ese bagaje para poder disfrutar con toda la riqueza y la variedad del resto de personas", recalcó.

Asimismo, Serraller mostró su preocupación por la facilidad con que algunos "señores" utilizan el concepto de democrático, que, en su opinión, no se corresponde con el verdadero sentir de la democracia.

En su reflexión sobre el sentir democrático no se olvidó de los patidos políticos y de la justicia. "Ni los partidos, ni la justicia, son democráticos. Nuestra relación con los inmigrantes es antidemocrática, la relación hombre-mujer en España tampoco es democrática. Con todo esto resulta que el 50% de las relaciones no son democráticas y, sin embargo, hay señores que se les llena la boca con el 'yo soy democrático'".

En este sentido, insistió en la peligrosidad de considerar que el camino hacia la democracia ya está recorrido. "Si consideran que ya hemos recorrido l camino la hemos fastidiado. Falta tanto que es realmente asombroso", concluyó.