EL PRESIDENTE DE LA COMISION DEONTOLOGICA DE LA OMC DICE QUE "LA EUTANASIA LLEVA A BRUTALIZAR SALVAJEMENTE LA MEDICINA"

PAMPLONA
SERVIMEDIA

El presidente de la Comisión de Deontología de la Organización Médica Colegial (OMC), Gonzalo Herranz, considera que se ha creado una gran confusión en la polémica sobre la eutanasia, al equipararla a una "muerte digna", cuando el significado original de esta palabra es "la muerte deliberada de una persona por medios y motivos médicos".

Según afiró el doctor Herranz en Pamplona, "eutanasia activa es provocar la muerte directamente, por ejemplo mediante la inyección de determinadas sustancias".

"Eutanasia pasiva", agregó, "es matar deliberadamente a una persona, privándola de un tratamiento médico absolutamente necesario para que sobreviva a una enfermedad crítica que, si es superada, permite una expectativa de vida ordinaria".

En consecuencia, a su juicio la eutanasia, ya sea activa o pasiva, siempre supone acabar con una vida humana y "leva a brutalizar salvajemente la medicina".

Gonzalo Herranz recordó a este respecto el artículo 28.1 del Código Deontológico Médico español: "El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de un paciente ni la propia decisión, ni cuando el enfermo o sus allegados lo soliciten ni por ninguna otra exigencia. La eutanasia u homicidio por compasión es contraria a la ética médica".

El presidente de la Comisión Deontológica de la OMC agregó que algo muy distinto, que nada tiene que ver con la euanasia, es la conveniencia de no mantener artificialmente la vida de un enfermo terminal.

A este respecto, recordó el artículo 28.2 del Código Deontológico Médico: "En caso de enfermedad incurable y terminal, el médico debe limitarse a aliviar los dolores físicos y morales del paciente, manteniendo en todo lo posible la calidad de una vida que se agota y evitando emprender o continuar acciones terapéuticas sin esperanza, inútiles u obstinadas. Asistirá al enfermo hasta el final con el respeto que meree la dignidad del hombre".

Según Gonzalo Herranz, a esta exigencia moral de no prolongar artificialmente una vida que se acaba, "en lo que creo que todos estamos de acuerdo, "se le llama, no sé si con mala intención, eutanasia pasiva".

"Cuando la eutanasia se convierte en una alternativa más en la lista de tratamientos y el médico mata a su primer paciente, es muy difícil que deje de matar, porque al poco tiempo se encontrará con otro enfermo que está o va a estar igual en pocos días", continuó. Esta supuesta tendencia benefactora de ahorrar sufrimientos le llevará a matar cada vez a más gente y más precozmente".

(SERVIMEDIA)
13 Nov 1991
CAA