Tanto Delgado como el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se refirieron en sus parlamentos a los problemas que sufre la justicia española e invitaron a hacer una esfuerzo para acercar el estamento judicial a las nuevas exigencias de los ciudadanos.

Pujol también se refirió al hecho de que la ubicación de la Escuela fuera en Barcelona y dijo que suponía una mejor colaboración con el poder judical, un impulso de la idea de Estado plurinacional y una mayor implicación del estamento político en la solución de los problemas de la justicia.

Los 200 primeros futuros jueces que se formarán en esta escuela, dirigida por el ex magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña Jesús Corbal, comenzarán el próximo lunes los cursos de formación teórica y práctica durante 2 años.

El centro, situado en la sierra de Collserola, en las afueras de Barcelona, está construido sobre la antigua fincade la Esperanza, tiene 7.000 metros cuadrados y su presupuesto es de 800 millones de pesetas.

A la inaguración de la Escuela Judicial asistieron, además de Pujol y Delgado, el fiscal general del Estado, Juan Cesáreao Ortiz Urculo; la consejera de Justicia de la Generalitat, Núria de Gispert; la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas y los presidentes de los 17 tribunales superiores de justicia de todas las autonomías.