Argumentó la colaboración de su formación política con el Gobierno "porque nos sentimos", dijo, "comprometidos en la necesidad de que este país tenga un Gobierno estable apaz de acometer los grandes cambios que necesita el Estado. Lo estamos en la medida en que somos representantes de los ciudadanos del pueblo canario. Y lo estaremos en la medida en que la acción de gobierno esté marcada por los intereses generales de todos los pueblos del Estado y, especialmente, de los menos favorecidos".

"Si llegase el día en que esto no fuera así nos iríamos por la misma puerta por la que hemos entrado", advirtió.

Explicó que los nacionalistas canarios quieren defender "un Esado de solidaridad que nos permita a cada uno de los pueblos de España gobernarnos en la búsqueda de la justicia social y el bienestar y el progreso de los ciudadanos".

A continuación dicó que "al futuro tenemos que llegar juntos. Y si en el proyecto de la convivencia europea se articulan sistemas de cohesión, se disgregan los centralismos de las naciones-estado en favor de la Europa de las regiones, en el marco del Estado español tenemos necesariamente que considerar políticas que atiendan a un desarollo equilibrado de nuestros territorios y que contemplen, en cada caso, las desigualdades".

Recordó que en los últimos años el poder en el Estado español había girado en torno a un triángulo cuyos vértices se situaban en Madrid, Cataluña y Euskadi, "un triángulo", dijo, "que era necesario romper para avanzar hacia un Estado de corte federal asimétrico".

LA RAIZ DE LOS ACUERDOS

En este sentido, anunció que los acuerdos suscritos entre el PP y las fuerzas nacionalistas van a significar importants avances en el desarrollo del Estado de las Autonomías, en una interpretación amplia y abierta del texto constitucional. Esta es una de las condiciones más importantes de los acuerdos, ésta es la raíz misma de lo pactado, aunque no esté explícitamente mencionada en los textos".

Finalmente, el presidente de Canarias señaló la desventajosa situación en la que se ha visto su comunidad hasta ahora, sin voz ni voto, ante los efectos de la política exterior española y europea en el Magreb. Tras exponer quela frontera sur de Europa no está en Cádiz sino en Canarias, exigió "una nueva óptica que pase por entender que Canarias debe jugar un papel fundamental en la articulación de todas las políticas de ayuda y desarrollo hacia el continente africano".