Las obras del Túnel de óller se iniciaron en 1989 y debieron terminar a principios de 1991. Sin embargo, la empresa concesionaria, el Grupo Cuart, tuvo numerosos problemas financieros que provocaron sucesivas paralizaciones y retrasos de las obras.

Finalmente, Fomento de Construcciones y Contratas asumió la mayoría accionarial de la empresa concesionaria en 1995 y terminó el túnel, que se ha convertido en manzana de la discordia política en Baleares al ser investigado el ex presidente Gabriel Cañellas por la presunta financación irregular del PP balear con dinero de la empresa originalmente adjudicataria.

El túnel de Sóller tiene una longitud de 3.023 metros, con un coste superior a los 8.000 millones de pesetas. Se trata de la primera obra pública con peaje de Baleares. Cruza la Sierra de Alfabia y evita uno de los tramos más peligrosos de las carreteras isleñas, el Coll de Sóller, con más de sesenta curvas y un desnivel máximo de 400 metros.