En este sentido, el político socialista, en un ncuentro con periodistas, manifestó su convencimiento de que la Conferencia Intergubernamental, que finalizará sus trabajos sobre la revisión del Tratado de Maastrich a mediados del próximo mes de junio, apoyará un nuevo diseño para la institución europea de defensa y seguridad.

A juicio de Luis María de Puig, que tomará posesión de su nuevo cargo el 1 de enero de 1997, existe voluntad política por parte de los países miembros de la Unión Europea para establecer un nuevo marco de relaciones entre la UO y la OTAN, de tal modo que a la primera se le puedan encomendar tareas militares, sobre todo misiones humanitarias, utilizando la logística OTAN, sin que países como Estados Unidos -que no integran la UEO- puedan sentirse "molestos o agraviados".

Por el contrario, subrayó De Puig, se trata de dotar de un mayor sentido a la UEO para que la UE pueda adoptar decisiones libremente sobre cuestiones o conflictos que afecten a países del territorio europeo sin necesidad del concurso estadounidense.

Unejemplo, señaló el diputado por Gerona, sería el problema de los Balcanes, donde la intervención europea se retrasó una y otra vez como consecuencia de las reiteradas dudas de la administración estadounidense respecto a una intervención en la zona.

Asimismo, Luis María de Puig se refirió al proceso de apertura de la OTAN hacia el Este europeo. Al respecto, señaló que la incorporación de nuevos países en la actualidad presenta mayores dificultades en materia de seguridad que hace cuatro años. "Lo adecudo", enjuició, "es que la incorporación se produzca caso a caso, país a país, y siempre teniendo la precaución de no molestar a Rusia".