Según indicó el autor, el objetivo fundamental de este libro es "recuperar, por un lado, la memoria de estas trece chicas, y, por otro, dibujar lo que fue el Madrid de la inmediata posguerra. "Quería que este episodio reflejara lo que fue la lucha femenina contra el Franquismo", añadió.

Carlos Fonseca indicó que Carmen, Matutina, Blanca, Pilar, Julia, Adelina, Elena, Virtudes, Ana, Joaquina, Dionisia, Victoria y Luisa eran todas chicas "sin ningún peso político" y con un "papel discreto" dentro del panorama nacional del momento, aunque estuvieran afiliadas a las Juventud Socialista Unificada (JSU) o al Partido Comunista de España (PCE).

Blanca Brisac, la mayor del grupo, ni siquieramilitaba en ninguna organización política. Como su marido, Enrique García Mazas, tocaba en una banda de música para amenizar las películas mudas del cine "Alcalá". Ambos dejaron un hijo, Enrique, que, según señaló Fonseca, no fue ajusticiado por ser menor de 17 años.

Si bien se las relacionaba con el asesinato de un comandante de la Guardia Civil que ocurrió cuando varias de ellas ya estaban en prisión, fueron condenadas "firmemente por adhesión a la rebelión", motivo que las llevó a protagonizar la pimera y más numerosa "saca" de mujeres ocurrida hasta el momento. Antes, explicó el autor, se había ajusticiado sólo a otras dos chicas.

"Trece rosas rojas, la historia más conmovedora de la Guerra civil" es el fruto de dos años de investigación en los que el periodista ha consultado archivos militares, penitenciarios y del PCE, además de haber hablado con familiares y compañeras de prisión de las jóvenes asesinadas en 1939.

Fonseca aseguró que muchas de las familias consultadas tenían ganas de hblar y de "contar su verdad" para que se tradujera en un libro real, "no novelado", que ayudara a conservar la memoria de estas trece rosas. Una de ellas, Julia Conesa, pedía a sus seres queridos en una carta que su nombre "no se borre en la historia".

En este sentido, Carlos Fonseca aseguró que no ha sido una tarea fácil, ya que ni las instituciones penitenciarias ni las militares tienen sistematizada la documentación. "Algunos tienen la idea", añadió, "de que cuanto menos se revuelva, mejor".

Pr este motivo, el autor pidió una revisión al Parlamento para que haya un reconocimiento público de quienes en aquel momento defendían la República, "que entonces era una legalidad".

El periodista Carlos Fonseca (Madrid, 1959) es especialista en información sobre terrorismo y ha trabajado en los diarios "Ya" y "El independiente". Actualmente escribe en la revista "Tiempo". Además de "Trece rosas rojas", ha publicado "Negociar con ETA (1996) y "Garrote vil para dos inocentes" (1998), editados todos porTemas de hoy.