Según informó el Grupo Municipal Socialista, las obras afectarían a un total de 800 niños, de los que unos 500 serían trasladados a un colegio del barrio de Montecarmelo, mientras que el resto continuarían acudiendo a clase a su lugar habitual, con el consiguiente problema de ruidos.

Si el derribo se llevara finalmente a cabo, "sería un nuevo atentado del Gobierno de la Comunidad de Madrid hacia la enseñanza pública", denunció Zerolo, quien considera que existen alternativas al derribo que costarían menos que reconstruir el instituto.

El PSOE cree que ni la comunidad ni el ayuntamiento cuentan con el presupuesto necesario para la reconstrucción del centro, y denuncia que los alumnos afectados por este derribo tendrían que estar fuera de las instalaciones al menos 18 meses, un tiempo que hace dudar al concejal socialista de su vuelta a estas mismas aulas.

"Los que se vayan de ese instituto no volverán", aseguró Zerolo, quien anunció que su grupo llevará una iniciativa al Pleno de la Junta de Distrito de Fuencarral-El Pardo para evitar el derribo del instituto y para pedir que el Metro llegue a la zona, pero en otra ubicación que evite el derribo del centro educativo.