La tarjeta consiste en un carné con el que, a cambio de una cuota periódica, se pueden tener descuentos y ventajas en la adquisición de libros y acceso a espectáculos y centros culturales públicos. Los ingresos por la tarjeta irán a destinados a proyectos de restauración y conservación de bienes de interés cultural de Castilla y León.

En un acto celebrado en la Fundació ONCE, Ramón Alvarez, gerente de la fundación, dijo que con este proyecto la fundación desea que los ciudadanos, las empresas y las entidades no lucrativas colaboren en la conservación del patrimonio como lo están haciendo actualmente las seis cajas de ahorro de Castilla y León.