LA PRESENCIA DE LA MUJER EN LA JUDICATURA CUMPLE 20 AÑOS EN 1997

MADRID
SERVIMEDIA

La presencia de la mujer en la judicatura cumplirá veinte años en 1997, ya que la primera juez, Josefina Triguero, de 50 años, entró en la carrera judicial en diciembre 1997, según informaron a Servimedia fuentes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El accso de la mujer a la judicatura estuvo prohibido hasta 1974 y desde entonces fue preciso que pasarán aun tres años más para que, ya en el periodo predemocrático, Josefina Triguero consiguiera una plaza como juez en una Magistratura de Trabajo.

El ejemplo de Triguero, natural de Verdelpino (Cuenca), que actualmente trabaja en la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, fue seguido por un amplio contigente de mujeres que representan actualmente el 32 por ciento de los jueces y magisrados en ejercicio, ya que totalizan 1.038 de los 3.236 que hay en activo, según datos facilitados a Servimedia por el CGPJ.

Eso supone que la presencia femenina en la judicatura es superior al que tiene en los otros dos poderes del Estado: el Ejecutivo (en donde las cuatro ministras suponen un 28,5 por cien de las carteras ministeriales) y el Congreso (en el que las 75 diputadas representan una cuota del 21,4 por cien).

María Tardón, una de las mujeres juez de más relevancia pública por su condiión de portavoz de la asociación profesional Francisco de Vitoria, considera satisfactorio el avance de las mujeres en la judicatura, teniendo en cuenta que este año sólo se cumple el veinte aniversario de su entrada.

En declaraciones a Servimedia, calificó, no obstante, de "ridículo" que sólo cinco de los veinte vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sean mujeres y señaló que esta institución debería "dar ejemplo", ya que no puede invocar "herencias ni males endémicos" del pasado, pueso que nació con la democracia.

Tardón destacó igualmente que no hay mujeres en puestos clave de la justicia, como el Tribunal Supremo, y puso como ejemplo que haya sido necesario que se produjera la sanción a Miguel Moreiras para que una llegase a ser juez central de instrucción de la Audiencia Nacional (Teresa Palacios).

Achacó este fenómeno a que, aunque la mujer ha entrado en el mundo laboral, aún no ha logrado compartir totalmente las labores domésticas de las que tradicionalmente se ha encarado, algo que, a su juicio, es una "rémora importantísima".

"La mayoría de las mujeres jueces", explicó, "como la mayoría de las mujeres que trabajan, tenemos que ocuparnos de nuestra casa y de nuestros hijos, y eso hace que muchas veces no estemos en igualdad de condiciones para asumir otras responsabilidades".

(SERVIMEDIA)
19 Ene 1997
VBR