PRESENCIA GITANA PIDE QUE EL FISCAL ABRA DILIGENCIAS CONTRA LOS VECINOS QUE AOCHE QUEMARON UNA CHABOLA EN PIES NEGROS
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La asociación Presencia Gitana espera que el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid abra las oportunas diligencias contra los vecinos del barrio de Entrevías que anoche prendieron fuego a una chabola del poblado de Pies Negros.
"Nadie puede impunemente acudir a casa de ciudadanos, de seres humanos, de personas, del color que sean, de la etnia que sean, y quemar sus viviendas", afirmó hoy a Servimedia un portavz de Presencia Gitana.
El representante gitano señaló que la agresión es responsabilidad del jefe superior de Policía de Madrid y del delegado del Gobierno, Miguel Solans, "que tiene que responder por la seguridad de todos los ciudadanos, incluso si son gitanos". "La otra cuestión es: si se tratara de narcotraficantes, ¿cómo es que no están a buen recaudo de la Justicia y de la ley?".
Los hechos sucedieron después de que durante todo el día circulara entre el vecindario el rumor de que un menor d edad había fallecido a manos de unos traficantes de droga. Esto fue desmentido por el comisario jefe del distrito en entrevistas con representantes de las asociaciones de vecinos y comerciantes, según informó hoy la Jefatura Superior de Policía.
REYERTA POR DROGAS
Lo que sucedió fue que en la noche del martes dos hombres acudieron a comprar droga a Pies Negros y discutieron con quien se la vendió, Juan S.N., de 20 años, con 14 antecedentes policiales por lesiones y atracos.
Como resultado de l reyerta resultaron heridos los compradores, Antonio L.V., de 33 años, que recibió dos puñaladas en el tórax y su estado es grave, y Amador F.G., de 31, con lesiones incisas en abdomen y una pierna. Ambos tienen diversos antecedentes policiales.
Juan S.N. fue detenido por la dotación de un coche patrulla cuando sus ocupantes observaron que estaba lavando en una fuente un tenedor de dos dientes con la ropa manchada de sangre. Con motivo de este suceso, se extendió el rumor entre los vecinos de que una e las víctimas era un menor, alumno de un instituto, lo que negó el comisario jefe.
Sin embargo, ante las amenazas de grupos de vecinos de quemar las chabolas de Pies Negros, los funcionarios establecieron una vigilancia en el poblado y, a primera hora de la tarde, localizaron a Emilio R.F., de 22 años, residente en el mencionado poblado, con un hacha en su poder.
Emilio R. manifestó que la llevaba para defenderse de una posible agresión. Fue trasladado a comisaría y quedó en libertad poco despué. Una vez en la calle, intentó sustraer un vehículo estacionado en una calle lateral a la comisaría. Estaba conectando los cables de la puesta en marcha cuando fue sorprendido por un funcionario de vigilancia de la dependencia policial.
QUEMAR LAS CHABOLAS
Pasadas las nueve de la noche, unas 250 personas se concentraron en los alrededores de Pies Negros, según la Policía, al parecer con la intención de prender fuego a la media docena de chabolas allí ubicadas.
Sus moradores las habían desalojad previamente y se habían refugiado en una de ellas, pero gracias al dispositivo policial estos ciudadanos no sufrieron agresión alguna.
No obstante, algunos de los concentrados provocaron un incendio al lado de una de las infraviviendas que estaba apartada del resto, también vacía. Las llamas, sofocadas después por los bomberos, afectaron a algunos objetos situados junto al chamizo, pero no alcanzaron directamente a la casa, aseguró hoy la Policía.
Un trabajador social del Consorcio para el Realoamiento de la Población Marginada, Pedro Navarrete, recordó a Servimedia que hace un año ya hubo masivas y repetidas protestas vecinales contra el medio centenar de chabolas que había en Pies Negros.
En junio de 1992 comenzó el realojamiento de sus ocupantes en viviendas sociales o campamentos provisionales a cargo de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), que se encargó de los payos, y del Consorcio, que reinstaló a los gitanos.
Hoy sólo quedan por trasladar a viviendas públicas tres familia por parte de la EMV y cuatro del Consorcio, una de éstas últimas la ocupante de la chabola incendiada. "Se trata de una familia muy deteriorada, con unas condiciones de vida malísimas", explicó Navarrete. Al parecer, varios de los hijos de la madre se encuentran en centros de tutela de la Comunidad de Madrid.
(SERVIMEDIA)
20 Mayo 1993
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