La reclusa Salud Sánchez tuvo el hijo con la ayuda de dos compañeras de celda, una de las cuales tenía anticuerpos del sida.

Según la presa, el médico de Wad-Ras, David Blasi Prunés, le dijo poco antes de que diera a luz que ún le faltaban unas horas, aunque si lo deseaba, podía quedarse en la enfermería del centro penitenciario.

En sus declaraciones al juez, Salud Sánchez explicó que prefirió regresar a la celda porque "en la enfermería no había nadie y tenía miedo de quedarme sola". Cuando le sobrevinieron los dolores de parto, la interna tuvo que parir a oscuras, ya que en la prisión cierran las luces durante la noche.

La presa afirmó también que las funcionarias no acudieron a socorrerla, a pesar de que las llamóen repetidas ocasiones. Cuando finalmente llegaron a la celda, su hijo ya había nacido hacía un cuarto de hora. Las otras dos presas se ocuparon de cortar el cordón umbilical del bebé con las manos.

Después de suministrar los primeros auxilios a la madre y quitarle la placenta al niño, ambos fueron ingresados en el Hospital del Mar. Según el informe médico, el hijo de Salud Sánchez presentó una pequeña infección a causa de las condiciones en que nació.

El médico de Wad-Ras, David Blasi, fue despeido del centro hace unos días, según declaró la pasada semana el director de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Ignasi García Clavel, acusado de "una falta de negligencia muy grave".

David Blasi, junto a la directora del centro, Paula Montero, y las tres funcionarias que trabajaban la noche del 5 de diciembre declararán mañana, miércoles, ante el juez por esta cuestión.