El profesor Julián Peto, del Instituto de Invstigación del Cáncer y de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, ha presagiado un espectacular aumento de las muertes debido a una epidemia de mesotelioma, un cáncer de la capa que recubre los pulmones que está vinculado a la exposición al asbesto.

Los trabajadores de la construcción, ingenierías y astilleros son los que tienen más posibilidades de contraer la enfermedad. Dentro de éstos, los mayores riesgos son para los hombres nacidos entre 1945 y 1950. "Cerca de uno entre cada 150 hobres de Europa Occidental de unos 50 años morirá de mesotelioma", comentó el investigador británico a la CNN.

Aunque muchos edificios contienen asbesto, el peligro es casi inexistente si no se toca. El riesgo aumenta cuando se hacen reformas, porque el mineral puede liberar ciertas fibras.

Actualmente, no hay un tratamiento efectivo contra el cáncer vinculado al asbesto y los enfermos suelen vivir una media de 3 años. Según Peto, el número de víctimas podría aumentar de 5.000 en 1998 a 9.000 en e 2018, alcanzando las 250.000 vidas en el 2043.