El informe fue presentado hoy en Madrid por el secretario general de Asprima, José Manuel Galindo, quien reconoció que se está produciendo "una cierta maduración" del sector residencial, que se traducirá en una reducción de las viviendas iniciadas cada año.

En concreto, aseguró que la demanda de pisos se situará en torno a las 484.000 unidades anuales hasta 2010, correspondiendo unas 300.000 casas a vivienda principal, cifra que es sensiblemente inferior a la media de 550.000 inmuebles solicitados por los residentes en España cada ejercicio durante el último lustro.

Galindo consideró que estas 484.000 unidades "es todavía una cantidad amplia como para asegurar que se avecinan años interesantes para la promoción residencial", ya que la llegada de inmigrantes con el proceso de regularización y el descenso en el número de personas por hogar asegura el negocio futuro.

Así, señaló que la estructura de las familias se ha modificado notablemente en los últimos tiempos y auguró que los hogares tendrán una media de 2,63 personas en 2010, frente a las 2,85 actuales, lo que generará una demanda de 170.000 pisos al año.

Por su parte, la inmigración generará unas 80.000 solicitudes de inmuebles en los próximos cinco años, lo que, sumado a las 180.000 viviendas que se necesitarán para cubrir las necesidades de segunda residencia por parte de ciudadanos españoles y turistas extranjeros, sostendrá la demanda.

ALZA DE TIPOS

Galindo aclaró que estas previsiones están realizadas "con la prudencia que nos aconseja el Banco de España", por lo que Asprima ha manejado escenarios de tipos hipotecarios al alza, situando el precio del dinero destinado a hipotecas "en la banda alta de las previsiones".

Sin embargo, el secretario general de los promotores madrileños manifestó su convencimiento de que el Banco Central Europeo (BCE) no acometerá una subida de los tipos de interés en los próximos meses, ya que, "hasta que la economía alemana no despegue, este escenario es altamente improbable".

A este respecto, aprovechó para criticar las políticas intervencionistas en el mercado inmobiliario, para lo cual puso como ejemplo a Inglaterra y Australia, países que han elevado el precio de sus respectivas monedas para frenar la expansión en el sector.

Por otra parte, Galindo hizo referencia al aumento de la tasa de accesibilidad de los hogares españoles a la hora de lograr una primera residencia, al certificar que este índice alcanza el 25% de la renta familiar, frente al 19% contabilizado en 1999. "Esto hay que pararlo", apostilló.