Este aumento se debió al incremento de los precios de la energía (impulsados por el encarecimiento del petróleo), que subieron un 2,6% y arrastran ya una tasa interanual del 25,2%. Por su parte, los precios de la minería no energética y de la industria química tuvieron un aumento del 0,2% (10,3% de tasa anual).

En el resto de los casos los incrementos fueron más mderados: los precios de la industria metálica y la mecánica de precisión subieron un 0,1%, mientras que en las industrias alimenticias, textil, del cuero, caucho, papel y madera hubo estabilidad de precios.

Las subidas de precios más apreciables en junio fueron las de refino de petróleo (5,6%) y la industria del cuero (1,4%). Por el lado contrario, hay que destacar los descensos de la extracción de minerales metálicos (-4,2%) y la industria alimentaria, de bebidas y tabaco (-0,5%).

Por destino ecnómico de los bienes, los de consumo bajaron un 0,2%, los de equipo se mantuvieron sin cambios y los intermedios se incrementaron un 1%.