El IPRI, que es un indicador distinto de IPC, mide la evolución de los precios de los productos industriales en la primera etapa de distribución, es decir, los precios de venta a la salida de fábrica, excluyendo los gastos de transporte y comercialización, así como el IVA facturado.

En los últimos doce meses, los precios de la energía aumentaron un 23,3%, como consecuencia del fortísimo incremento del refino de petróleo que se encareció un 67% en la primera fase de distribución.

Otras indutrias que, aparte de las energéticas, subieron sus precios por encima de la media fueron las del papel, artes gráficas y edición (8%), la industria química (10,4%), las de extracción y preparación de mineras metálicos (15,6%) y la producción y primera transformación de metales (12,8%).

Sólo dos rúbricas registraron descensos de precios, las correspondientes a las empresas de fabricación de máquinas de oficina y ordenadores, qu abarataron sus precios un 0,6%, y las de fabricación de material electrónico, en un 0,2%.