Entre 1991 y el año 2005, según datos oficiales a los que ha tenido acceso Servimedia, los precios han crecido en España un 17,4% más que en el conjunto de la UE-15.

Todo esto ha ocasionado un notable daño a la competitividad de la economía española, sólo paliado, mientras fue posible, por las devaluaciones de la peseta, que abarataron los productos nacionales.

Sin embargo, con la fijación del tipo de cambio oficial del euro, la moneda dejó de ser un instrumento para ganar competitividad, lo que ha deteriorado el saldo exterior de la economía.

En materia de precios, en ninguno de los últimos 15 años la inflación se ha comportado en España de un modo mejor al de la Unión Europea.

El mejor año fue 1997, cuando los precios subieron en España dos décimas más que en el conjunto de la UE. Los dos peores ejercicios fueron 1994 y 1995, en los que el diferencial de inflación se situó en 1,9 puntos en cada año.