Los resultados del estudio desvelan que en la actualidad, el precio medio de una vivienda colectiva de estas zonas turísticas es de 210.000 euros, mientras que el de una vivienda unifamiliar asciende a los 350.000 euros.

El incremento de segundos inmuebles será de un 25% en cinco años, según explicó el director de Operaciones de este proyecto, Raúl García, lo que supondrá unas 150.000 nuevas viviendas.

Este incremento igualará en el 2010 la demanda nacional e internacional de las viviendas vacacionales, puesto que los españoles se harán con 73.294 nuevas segundas viviendas durante este año, mientras que la demanda extranjera otras 72.652.

A pesar de esto, España es el segundo país europeo, por detrás de Italia, en cuanto a volumen de viviendas secundarias, puesto que entre un 15% y un 16% de los hogares españoles afirman tener este una segunda casa para las vacaciones. García destacó que el ritmo de venta de este tipo de inmuebles, que oscilaba entre los seis y los siete meses entre el 2001 y el 2003, se ha duplicado en la actualidad, y no quiso achacar este incremento a la pérdida en las ventas, sino al "ritmo excelente de los años anteriores".

Según los datos de este análisis, la Costa del Sol sigue siendo la preferida de los compradores extranjeros, tal y como opinaron el 93% de los encuestados, mientras que va adquiriendo especial relevancia la zona dela Costa Cálida, elegida por un 52,6% de los encuestados.

El consejero delegado del Grupo i, Ignacio Pindado, reivindicó durante la presentación del estudio la importancia que está tomando el turismo del interior, una tendendia que "dará mucho juego en el desarrollo turístico residencial de España".

VENTAJA TURÍSTICA

Una de las críticas vertidas por García y Pindado fue la "falta de apoyo institucional, tanto a nivel nacional como internacional" por parte de la Administración y las Comunidades Autónomas hacia la creación de una "marca turística" española.

En este sentido, García se lamentó de que las ventajas turísticas con las que cuenta España no se exploten, y explicó que el turismo residencial supone una estancia de los turistas mucho más larga que el turismo hotelero, por lo que beneficia en mayor medida a las economías de dichas zonas.

Por esta razón, concluyó la presentación del informe destacando factores como la climatología, la unidad monetaria, las infraestructuras o la proximidad a Europa como claves principales que le permiten a España tener una ventaja turítica frente a los demás países europeos.