De este modo, según el informe de Situación Inmobiliaria presentado hoy, el precio de la vivienda tendría una caída acumulada del 15% en 2010 y, para 2011, la reducción acumulada llegaría al 25%.

"Más allá de 2011 uno no debería esperar ya caídas de precio significativas. El grueso del ajuste será en los próximos tres años", apuntó el director del Servicio de Estudios de la entidad bancaria, José Luis Escrivá.

Según sus cálculos, el stock de vivienda construida está en "niveles elevados", que situó por encima del millón de viviendas. Este exceso "seguirá creciendo en 2009", de modo marginal, un año en el que la demanda será "escasa". En 2010 empezará a tener una desaceleración significativa y, a partir del segundo trimestre de dicho ejercicio la sobreoferta comenzará a reducirse.

En este sentido, destacó que "la caída de la demanda en España "tiene un componente de expectativas de reducción de precios".

Las previsiones del BBVA pasan por que el Banco Central Europeo (BCE) siga una política de reducción de los tipos de interés hasta llegar al 1% en la próxima primavera.

Unos niveles que, incluso, podrían reducirse más en los meses posteriores y que repercutirán en el Euríbor, que se situará en torno al 2%.

Todo ello reducirá de modo "significativo" el esfuerzo de las familias para adquirir una vivienda. La carga financiera de los hogares, que en 2008 aumentó a un 17% de su renta disponible, a partir del año próximo se estabilizará en niveles más sostenibles, alrededor del 14%.

El estudio llama la atención sobre el hecho de que el endeudamiento de los hogares españoles en términos de riqueza es inferior al de otros países (sobre todo, los anglosajones), ya que en el caso español se asienta en activos hipotecarios que pueden ser liquidados, en un caso extremo.

FOMENTO DEL ALQUILER

Por otra parte, el BBVA hace hincapié en este estudio en el previsible descenso de precios en el mercado del alquiler, de la mano de la bajada de precios de la vivienda en compra.

La opción del alquiler "gana atractivo" en estos momentos, ya que resulta más rentable que la compra, excepto en el caso de que el horizonte de la inversión sea de 20 o más años.

En este sentido, Escrivá consideró que el Plan de Vivienda del Gobierno incluye medidas "orientadas en la buena dirección" para promover el alquiler, como agilizar los trámites y fomentar la reducción de su precio.

"Son iniciativas que nos parecen adecuadas", ya que el alquiler podría acelerar la absorción del stock y desencadenar una mayor movilidad geográfica en el mercado laboral español.

Por el contrario, desde el BBVA no se consideran acertados los estímulos fiscales para fomentar la compra, ya que "el ajuste en el mercado de la vivienda es inevitable" y "la acumulación de medidas de estímulo transitorio no es una buena idea".

DESTRUCCIÓN DE EMPLEO

Finalmente, el estudio analiza las repercusiones de la caída de la demanda de vivienda en el sector de la construcción, desde el punto de vista laboral.

En este sentido, la entidad bancaria cifra en 408.000 puestos de trabajo que se destruirán en el sector de la construcción, en 2009.

No obstante, considera que, aunque "la probabilidad de continuar empleado en el sector de la construcción se ha reducido drásticamente en los últimos tres años, una parte de estos trabajadores encuentran trabajo en otros sectores".

En concreto, el documento plantea que un tercio de estos trabajadores van al desempleo, un 44% encuentra trabajo en otras actividades y el resto, permanece inactivo.