"En estos momentos, el sector de prensa depende totalmente del abastecimiento de papel procedente, sobre todo, de empresas escandinavas, que han subido mucho las tarifas en poco tiempo, y pueden seguir haciéndolo en los próximos meses", explicó Sillué.

Pero el problema fundamental es que cada vez hay menos cantidad de papel disponible, y no hay garantías de que se mantenga el suministro a medio plazo, por lo que los periódicos y revistas españoleshan tenido que empezar a apretarse el cinturón y ajustar su consumo de papel.

El incremento del precio del papel ha herido gravemente a los editores españoles, ya que éste concepto supone un 33 por ciento de los costes reales fijos de un periódico, y los responsables de producción de cada empresa están haciendo números para asumir este zarpazo de la mejor manera posible.

En estas circunstancias, la AEDE ha hecho una petición al Gobierno para que ponga en marcha medidas que permitan contrarrestar l efecto letal de la carestía de la materia prima más fundamental para su supervivencia.

"Tenemos el agravio comparativo con Francia, donde la Administración ha lanzado una campaña de ayudas económicas a los periódicos para que puedan hacer frente al elevado precio del papel, además de concederles la supresión del IVA", señaló Eric Cordero, adjunto al secretario general del AEDE.

Los periódicos, afectados por la subida del papel, ya han comenzado a reducir el número de páginas, a disminuir la tirda ajustándola a la difusión real y a rebajar la calidad del papel para poder afrontar la precaria situación que se avecina.