Los vigilantes de seguridad están actualmente negociando un nuevo convenio colectivo, en el que la patronal "se propone bajar los salarios de los trabajadores en un 20%, incumpliendo el convenio colectivo en vigor, que equipara salarialmente a los trabajadores para 1997", señala el sindicato en un comunicado.

Estos trabajadores aseguran que los empresarios, conjuntamente con sus clientes y gracis a la pasividad de los ministerios de Interior y Trabajo, mantienen hacia ellos "políticas dictatoriales" y un "abuso sistemático" desde 1992, cuando fue publicada la Ley de Seguridad Privada.

Según CCOO, en muchos servicios la jornada alcanza las 12 horas, lo que supone que cada trabajador realiza más de 50 horas extras mensualmente. Cada hora extra es pagada de 700 a 1.000 pesetas, pero, según el sindicato, "más de la mitad de las empresas no cotizan las horas extras, ni a la Seguridad Social ni a acienda, lo que constituye un enorme fraude fiscal y social".