El Gobierno aprobó hoy subir al 57% el impuesto "ad valorem" y situar en 8,20 euros por cada 1.000 cigarillos el tipo específico. Eso sí, si la suma de ambos es inferior a 1,10 euros por cajetilla, se elevará hasta esa cifra.

Utrera dijo a Servimedia que la decisión del Ejecutivo supone una "marcha atrás" sobre el decreto aprobado el pasado 20 de enero, en el que no se hablaba de un tipo mínimo, y que este jueves fue derogado con los votos del PP y gracias al error de una treintena de diputados socialistas.

El portavoz de Hacienda del PP añadió que el Gobierno "era el único que no se había dado cuenta de que todo el mercado necesitaba una medida de este tipo para equilibrarse y no estar tan distorsionado como está en la actualidad".

"El impuesto mínimo es una reclamación que desde hace más de un año venía planteando el sector, tanto fabricantes como comercializadores", recordó Utrera, y también el PP.

El decreto del pasado 20 de enero, que subió la fiscalidad pero, sin embargo, generó una rebaja de precios, "echaba leña al fuego", porque al subir la fiscalidad en un mercado que se estaba contrayendo, se provocó un "fracaso cantado y previsto".

"Si algo positivo tiene la derogación es que el Gobierno ha dado la razón a quienes manteníamos que aquel decreto ley era un fracaso y que incentivaba la guerra de precios", concluyó Utrera.