Este sondeo, realizado con un muestreo de 2.500 personas, es el último conocido y revela que ambas formaciones registraron hace dos meses la menor dferencia de voto entre sí, con un 35,89 por ciento de los ciudadanos que habría votado al PSOE (frente al 39,56 en las elecciones de 1989) y un 30,9 por ciento al PP (25,84 por ciento en 1989).

Izquierda Unida obtuvo el 11,7 por ciento en intención de voto (frente al 9,05 por ciento de 1989) y el CDS prácticamente desaparece de la vida política, al lograr tan sólo el apoyo de un 1,2 por ciento de los ciudadanos.

Convergència i Unió (CiU) crece hasta el 6,76 por ciento en intención de voto (5,04 hce tres años) y el PNV se comporta de igual manera: sube del 1,24 por ciento de hace tres años al 1,35.

El último dato de interés de esa encuesta es el notable ascenso de partidos regionalistas que obtendrían escaño. Si, en conjunto, todos estos partidos sólo obtuvieron un 7,81 por ciento de los votos, en octubre pasado habrían logrado el 12,2 por ciento de los sufragios.

Sectores profesionales consultados hoy por Servimedia destacaron que la "fiebre" de encuestas se ha apoderado de los partidosde los medios de comunicación, sobre todo después de conocerse que Felipe González espera del CIS un macrosondeo de 20.000 personas y que decidirá el adelanto de las elecciones si éste trabajo revela que se detiene la caída de voto socialista.

NUEVO ASCENSO DEL PP

Esos mismos sectores han llegado a asegurar a esta agencia que en la profesión se comenta que el presidente del Gobierno ya tiene en su poder la encuesta "gigante", que dejará obsoletos los datos del CIS correspondientes a octubre y conocdos hoy.

Las mismas fuentes indicaron que, en general, los trabajos sociológicos que se publicarán en los próximos días en distintos medios de comunicación ratifican los datos del CIS correspondientes a octubre, con una ligera tendencia al alza del PP en noviembre y diciembre.

En estas encuestas, que se conocerán en los próximos días a través de medios de comunicación, se parte de la base de que el 30 por ciento de intención de voto al PP oscila ya hasta un 33 por ciento, máximo, y que el PSOE osila entre el 34 por ciento, mínimo y el 37 por ciento, máximo.

A pesar de los cinco puntos de diferencia que separan a su partido del PP, los dirigentes socialistas muestran una moderada satisfacción porque creen que se ha detenido la caída de voto que afectaba a su partido desde el mes de abril, debida fundamentalmente a la repercusión de los casos de corrupción y la crisis económica.

Si el macrosondeo que supuestamente maneja ya Felipe González apunta esta tendencia al estancamiento de la caída el presidente no adelantará las elecciones y agotará la legislatura hasta octubre, como marca la normativa electoral.