El secretario ejecutivo de Política Económica y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, negó que la vinculación del socialista Fernando Huarte con uno de los implicados en la matanza del 11-M sea una conjetura.

"Lo que no cabe es, como dice el presidente Rodríguez Zapatero, que hay cábalas. Aquí no hay ninguna cábala, aquí hay certidumbres: de que el señor Huarte tiene una pertenencia al PSOE y tenía condición de colaborador o agente del CNI", dijo.

Arias Cañete pidió "depurar" los conocimientos que tenía Huarte sobre los preparativos del 11-M para averigurar, dada su condición de afiliado al PSOE y colaborador del CNI, "si los transmitió en su momento al CNI o los transmitió al Partido Socialista".

En su opinión, con estos datos sobre la mesa sería "absolutamente injustificado" que no se reanudara la actividad dela comisión del Congreso. Arias Cañete pidió que la investigación llegue "hasta las últimas consecuencias".

El dirigente popular adujo que Rodríguez Zapatero es el primero que puede aportar información desde su condición de secretario general del PSOE y de presidente del Gobierno, y, como tal, máxima autoridad al frente de los servicios secretos.

Arias Cañete interpretó que "será muy díficil" que el resto de las fuerzas políticas del Congreso rechacen las comparecencias que ha solicitado su partido para que Huarte y los dos últimos directores del CNI declaren ante la comisión.

En cualquier caso, el secretario ejecutivo del PP anunció que su formación agotará "las vías parlamentarias y las vías de amparo" para descubrir lo ocurrido en torno a Huarte, al que acusó de cambiar de versión según han aparecido informaciones que le relacionaban con el 11-M.