Lo dijo durante su turno de intervención en el Pleno del Senado, donde se debaten y se votarán este miércoles los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública para el conjunto de las administraciones y cada uno de sus subsectores en el periodo 2024-2026, junto con el Plan de Reequilibrio.

Camps adelantó apeló al “interés general” para justificar la decisión. En primer lugar, indicó que estos objetivos son “papel mojado”, y aseguró que “la cuestión es por qué no traen una senda de estabilidad que beneficie a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos”.

Asimismo, advirtió de que en el PP no serán “cómplices de este Gobierno”, lo que supone la “segunda razón para votar en contra”. “Sabemos quien manda aquí y no es el Gobierno”, apuntó en referencia a Junts. Añadió que, con independencia del resultado de la votación de la senda de déficit, “habrá Presupuestos si Puigdemont quiere”.

“Le pedimos que traiga la misma senda de estabilidad que pedía cuando era consejera de Hacienda en Andalucía”, destacó, y acusó a Montero de pretender con esta senda quedarse “con 40.000 millones no aliviando fiscalmente a empresas y ciudadanos para tener cierto margen y poder repartir luego ante las peticiones que le llegarán de sus socios”.

EXIGENCIAS

De cara a apoyar los objetivos de estabilidad más adelante, el PP pidió a Montero traer “unos nuevos”, ser “generosa” y compartir “más con las comunidades”. Insistió en que su voto favorable está condicionado a las rebajas de impuestos en el Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas (IRPF) e IVA.

También pidió respeto por la “autonomía fiscal de las comunidades” y volvió a reclamar la creación de un fondo estatal “que permita atender las necesidades de Sanidad, Educación y Servicios Sociales”.