José Ignacio Landaluce defendió la petición del PP con el argumento de que esa visita ha sido "un error histórico", porque por primera vez en 305 años de contencioso se ha podido otorgar a Gibraltar "categoría de Estado soberano".

Después de los "agravios" de Peter Caruana y de la Royal Navy a España, subrayó, esa visita es aún más "adecuada e inoportuna" y la política del Gobierno se ha mostrado "transigente y acobardada".

Ni Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida, ni Emilio Olabarría, del PNV, respaldaron la petición del PP. Tampoco Jordi Jané, de CiU, que denunció además la ausencia de objeciones relevantes por parte del PP cuando el Gobierno informó de esa visita a la Comisión de Asuntos Exteriores.

La socialista Elena Valenciano fue especialmente dura con el PP, que ve en esa petición de comparecencia "la enésima ocurrencia" de este partido.

Acusó al PP de haberse dejado en el camino la lealtad institucional y el sentido de Estado y haberlos sustituido por una actitud "errática" que ignora la importancia de acuerdos reales que afectan a los ciudadanos, como el reconocimiento de pensiones o la gestión de residuos.

Aseguró que el Gobierno "no ha retrocedido un ápice" en sus pretensiones sobre Gibraltar, y alertó al PP de que su "patriotismo con aroma a Peregil" únicamente sirve para llenar titulares de prensa y "tratar de no hablar de otros asuntos".