En una rueda de prensa tras un encuentro en el que estuvieron presentes también mienbros de los dos grupos parlamentarios en el Congreso, Castellano y Pla dieron a conocer los cambios "técnicos" que registrarán a la propuesta pactada en el Parlamento valenciano, ya que mañana termina el plazo de presentación de enmiendas al articulado.

El portavoz popular explicó que con este nuevo acuerdo, que implica también consensuar su posición ante las enmiendas que formulen el resto de los grupos en la Cámara Baja, se demuestra que el proyecto de reforma es "serio y coherente", y además de respetar la Constitución "en todos y cada uno de sus puntos".

Castellano agregó que con estas enmiendas se pretende "evitar que por parte de nadie existan malas interpretaciones ni excusas de cara a otras reformas estatutarias", para lo que se ha matizado, por ejemplo, la disposición que habla del derecho foral valenciano para que quede claro que la Comunidad Valenciana no ha pretendido invocar "ningún privilegio en base a un derecho histórico".

Subrayó que su comunidad no quiere que se le reconozca "ninguna institución o competencia que la Constitución no le otorgue", sino que la citada disposición tiene como objetivo "recuperar el cien por cien del derecho foral y el modo de ejercitarlo".

Otra de las enmiendas, prosiguió Castellano, se refiere a la convocatoria de referéndum, y deja a criterio de las Cortes Valencianas convocar o no referéndum cuando la reforma afecte exclusivamente a competencias.

Asimismo, se retocará la referencia a la creación de juzgados y secciones de forma que quede claro que la comunidad autónoma podrá participar, pero que la competencia es del Consejo General del Poder Judicial, con lo que se respeta la Ley Orgánica del Poder Judicial.

La última enmienda a la que se refirió tiene también por objeto "clarificar la frontera entre el Estado y las comunidades autónomas", esta vez en lo relativo a las materias marítimo-terrestres y costas, a fin de que no sirva "de excusa para que otras reformas puedan acogerse a lo que realmente no es el objetivo ni el alcance de esta reforma".

AMBICIOSA, NO RUPTURISTA

Con todo, Castellano recalcó que el Estatuto pactado por las dos fuerzas mayoritarias equipara a la Comunidad Valenciana con las integradas en el artículo 151 de la Constitución y denominadas "históricas", a las que ya se había igualado "competencialmente, pero ahora lo hace institucional y políticamente".

Esto es gracias a que se reconoce al presidente de la Generalitat la capacidad de disolver las Cortes, y se aprueba el referéndum para las reformas estatutarias, lo que demuestra que se puede hacer una propuesta "de alcance, ambiciosa, que hace justicia histórica a la comunidad", sin ser "en ningún caso rupturista, ni generar crispación ni polémicas".

Por su parte, el portavoz socialista en las Cortes valencianas se felicitó de que este proceso va "por buen camino, y debería servir también para otras reformas que vienen después, cada una con sus distintas realidades, y para las que pidió "el mismo respeto que se está teniendo con nuestra reforma".

Plá considera que es necesario abrir "un espacio de serenidad y tranquilidad para un tiempo de reformas" que debe consolidarse con la modificación del Senado, con el fin de "dar juego real a la cooperación de las comunidades autónomas y las relaciones de éstas con el Estado, en un ámbito que hasta ahora ha permanecido congelado".

AMPLIAR EL CONSENSO

Insistió en que la reforma del Estatuto valenciano abre un camino que va a contribuir a "mejorar el funcionamiento del Estado", por lo que abogó por ampliar el amplio consenso que ya registró en las Cortes autonómicas. "Si es posible más consenso, vamos a explorarlo", apuntó.

Preguntado por la enmienda anunciada por los grupos minoritarios en el Congreso para defender la unidad de la lengua catalana, indicó que "somos receptivos, analizaremos con total tranquilidad y sin apriorismos ni posiciones previas" las propuestas de mejora del Estatuto.

No obstante, en este punto el portavoz popular manifestó rotundamente su rechazo a una enmienda en este sentido, que para el PP es "absolutamente innegociable. Nunca vamos a aprobar absolutamente nada que conlleve la unidad de la lengua", sentenció, y el título I, que establece las "señas de identidad" no tendrá "ninguna modificación fundamental".