Otras propuestas del PP son que los clubes no apoyen los desplazamientos de los grupos violentos de seguidores y no se les reserven bloques de entrada a bajo precio, ni se les favorezca con medidas similares.

Según el senador popular Jesús Pedroche, existen clubes que se resisten a abandonar estas prácticas, que han demostrado ser de alto riesgo y peligrosas. Por ello, el PP propone que la autoridad gubernativa estudie la posibilidad de clausurar las instalaciones del club hasta que no se produca un compromiso férreo de colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado.

A juicio del PP, los clubes y sociedades deportivas en general deberían contar con un procedimiento sancionador interno por el que se expulsase como socio del club a aquel aficionado que haya sido puesto a disposición judicial por algún incidente violento.

Extremar las medidas de seguridad en las entradas a los estadios, endurecer las sanciones de los aficionados vilentos y a los clubes que transgredan la Ley del Deprte, así como las recomendaciones que emanen de la Comisión Nacional contra a violencia en los espectáculos deportivos, han sido otras de las medidas propuestas por el PP.

Según este partido, el Ministerio de Interior destina mil millones de pesetas por temporada deportiva para que las Fuerzas de Seguridad del Estado den cobertura de protección y seguridad en los acontecimientos deportivos.

Pedroche explicó que en la actualidad existen un total de 101 grupos violentos relacionados con las distints prácticas deportivas, de los que 91 corresponden al fútbol, 4 a baloncesto, 4 al balonmano y 2 al fútbol-sala.

Ultra Sur, Frente Atlético, Ligallo Fondo Norte y Boixos Nois son los grupos violentos más numerosos. Pedroche aseguró que en 1993 fueron practicadas 472 detenciones con motivo de incidentes violentos ocurridos en relación con partidos de fútbol. Del total de detenidos, 262 fueron puestos a disposición judicial.