En las conclusiones, que se conocerán a partir de ahora como "Declaraciones de Salamanca", se afirma también que el PP pretende, desde el Gobierno, profunizar en la solidaridad entre generaciones, promover la efectividad de los derechos constitucionales de las personas mayores y garantizar el pago de las pensiones y el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas, en función de la evolución de índice de precios al consumo.

El ministro de Trabajo, Javier Arenas, que acompañó a Aznar, anunció que el próximo Consejo de Ministros aprobará el proyecto de Ley de Pensiones y lanzó un llamamiento para que la sociedad sea consciente, no sólo del fraue fiscal, sino también del fraude social, que es aquel, dijo, de quienes no pagan a la Seguridad Social o quienes simulan enfermedades que no tienen.

En su intervención en el congreso, Aznar recordó la pasada campaña electoral en la que se afirmó que si su partido llegaba al poder iba a perseguir a los pensionistas y a quitarles lo que tienen, algo que, según dijo, está bien lejos de la realidad.

El jefe del Ejecutivo aseguró que los acuerdos con los partidos nacionalistas funcionan bien y están rocurando la deseada estabilidad del Gobierno, al tiempo que señaló que "España va bien, ya que las corruptelas y los escándalos han acabado, aunque esto moleste a algunos".