Según informó el PP en un comunicado, esta ley "es tan negativa como la de 1991, de tan infausto recuerdo en el urbanismo español". Para Ayala, el actual texto "es el parto de los montes, pues ha generado mucha expectativa y al final ha dado a luz un ratoncito y no se consigue ninguna de las finalidades que el Gobierno pretende".

"Con este anteproyecto, el suelo no se va a poner en disposición de forma ágil y efectiva", sino que supone "una serie de cortapisas y limitaciones que van a hacer que el suelo urbanizable siga en manos de unos pocos y se aumente la especulación", señalaron desde el PP.

"La ley dice que es flexible, pero con esta regulación se consigue todo lo contrario", afirmó Ayala, quien añadió que "el anteproyecto pervierte el lenguaje, porque llamar rural a un suelo al que sólo le falta el último grado para ser urbanización es totalmente irreal".

Para los populares, la ley del suelo debería conseguir agilizar los procesos de transformación del suelo en solares, incorporar instrumentos para evitar la retención especulativa del suelo y facilitar la constitución y desarrollo urbanístico de Patrimonios Públicos de suelo.