En opinión de Rajoy, este impuesto, que sustituye a otos como la Licencia Fiscal, Radicación, etc., es "enormemente injusto y muy perjudicial para los pequeños y medianos contribuyentes, puesto que no tiene en cuenta la capacidad económica de los sujetos pasivos y calcula las cuotas impositivas sobre beneficios medios y no sobre datos reales".

Como ejemplo, el vicesecretario general del PP explicó que "un artista de primera fila, con altos ingresos, pagaría lo mismo que una persona dedicada a actividades similares que fuera prácticamente desconocida en e mundo artístico y, por tanto, con ingresos muy inferiores".

Mariano Rajoy agregó que la historia de este impuesto, desde su creación en 1988 por la Ley de Haciendas Locales, es "uno de los despropósitos del Gobierno socialista en materia fiscal, ya que ha sido modificado por norma de rango legal más de cuatro veces desde su creación".

"El último intento", agregó, "en la Ley General de Presupuestos del Estado para 1992. Estas modificaciones, sin embargo, no han servido para corregir las graves inusticias que su aplicación podría producir".

Además, Rajoy afirmó que el censo de contribuyentes está prácticamente sin realizar, "alcanzando solamente las declaraciones de alta el 12 por ciento del total de contribuyentes, lo que podría suponer un gravísimo perjuicio para los ayuntamientos, que se uniría a la cada vez menor participación que los mismos tienen en los Presupuestos Generales del Estado".