Así lo explicó hoy la secretaria ejecutiva de Política Social y Bienestar del PP, Ana Pastor, en una rueda de prensa en la que informó de que su propuesta de ley educativa va acompañada de una memoria económica de 7.221 millones de euros para el periodo 2007/2010.

El PP apuesta por que todos los alumnos tengan la obligación de estudiar Religión, aunque podrán elegir entre cursar una asignatura confesional u otra no confesional.

Con el fin de combatir el fracaso escolar, y bajo los epígrafes de libertad, calidad y equidad, el modelo alternativo del PP persigue la vertebración del sistema educativo, el respeto a la libertad de elección de centro, el reconocimiento social del profesorado y la exigencia de esfuerzo de los alumnos.

Pastor advirtió de que el proyecto de Ley de Educación socialista provocará la ruptura del sistema educativo español en 17 subsistemas, uno por región.

En cambio, el proyecto del PP, dijo, "refuerza la cooperación y coordinación entre el Estado y las comunidades autónomas" e incrementa el papel de las corporaciones locales. En este contexto, el PP aboga por el fortalecimiento de la Conferencia Sectorial de Educación y por la creación de un fondo de cohesión educativa que garantice la solidaridad entre regiones.

En cuanto a la libertad de elección de centro, el PP apuesta por la relación directa entre las familias y los colegios, sin la intermedicación de comisiones de escolarización, como sí establece la LOE.

El debate de la enmienda a la totalidad tendrá lugar en el Congreso el próximo jueves, 3 de noviembre. "Se ha fijado la fecha para el debate antes de la presentación de las enmiendas a la totalidad", concluyó Pastor.

TRES CURSOS PERDIDOS

Por su parte, la portavoz adjunta del PP en el Congreso, María Salom, denunció que, con la paralización de algunos aspectos de la Ley de Calidad (LOCE), el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha propiciado la pérdida de tres cursos escolares.

Además, le acusó de utilizar el proyecto de Ley de Educación como "moneda de cambio" entre las distintas formaciones políticas y aseguró que es un texto elaborado "totalmente de espaldas" a la comunidad educativa.

A su juicio, los cinco pecados de la LOE son la desvertebración del sistema educativo, el descenso en la calidad del sistema, la merma en la libertad de los padres, el nulo reconocimiento de la labor del profesorado y la disminución en la igualdad de oportunidades de los alumnos.