El Plan de Modernización de la Administración del Estado, aprobado por el Consejo de Ministros el 15 de noviembre de 1991, pretende, entre otros fines, la simplificación y racionalización de los procedimientos administrativos; el perfeccionamiento de las técnicas de dirección y gestión; el impulso a la motivación, profesionalización y formación de los empleados públicos, y la extensión y aplicación de las nuevas tecnologías de la información.

Estos objetivos "están dirigidos a incorporar a las Aministraciones Públicas al proceso de modernización del conjunto de la sociedad española", señala el senador del Grupo Popular José Manuel Peñalosa.

Para este parlamentario, "la modernización de la Administración sigue siendo una asignatura pendiente del Gobierno socialista". Peñalosa considera que la "mala gestión" del ministro para las Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, y la falta de presupuesto, "que ha obligado a reducir el poder adquisitivo de los funcionarios públicos, ponen en dda el cumplimiento del Plan de Modernización".