En su réplica en la comparecencia en el Congreso de los Diputados del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para dar cuenta de los últimos consejos europeos, la guerra en Ucrania y la última reunión de alto nivel con Marruecos, Gamarra recriminó al jefe del Ejecutivo haber “deleitado” a los diputados “con su habitual triunfalismo” y trató de desmentirlo.

El crecimiento económico de España, objetó, todavía no ha llegado a los niveles prepandemia, mientras que el país ha revalidado su puesto como “el país con más desempleo”, pese al “maquillaje” de los fijos discontinuos.

Gamarra reprochó a Sánchez que siempre dé los datos económicos de los últimos 10 años para no referirse a 2010, cuando todavía gobernaba el PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero y su sucesor de hoy apoyaba sus “recortes” en el Congreso, de 670 millones en dependencia, por ejemplo. También criticó que el Gobierno presuma de acoger a ucranianos cuando la UE aprobó un régimen temporal de protección que vinculaba a todos los Estados miembros.

Seguidamente trató de contestar a las acusaciones publicadas contra su gestión al frente de la Alcaldía de Logroño, donde se jactó de haber contado con la confianza de los ciudadanos, y dejó caer su sospecha de que, con la regularización de las viviendas de la Sareb, pretende también regularizar a los okupas que habitan algunas de ellas. “Eso es lo que está detrás de esa medida”.

La secretaria general del PP instó a Sánchez a abandonar “la política del enfrentamiento”, a tener “menos bronca y más pacto nacional por el agua”, y a dejar de buscar dicha tensión con las comunidades del PP. Contrapuso esa controversia a que, en cambio, el jefe del Ejecutivo no se enfrenta al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, cuando éste presume de que el independentismo volverá a intentar un referéndum, ni defiende los derechos lingüisticos de sus conciudadanos que quieren estudiar en castellano. Según insinuó, se abstiene de hacerlo porque su silencio ante ERC “condiciona algo para que siga siendo presidente del Gobierno y por eso calla”.

Además, ante la falta de respuesta de Sánchez en su segunda intervención, Gamarra volvió a preguntarle si cesó a la exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya a petición de Marruecos, si ha adoptado otras decisiones por solicitudes similares, si va a reabrir la aduana de Ceuta y Melilla, si el contenido de su teléfono presuntamente espiado por Rabat pone en peligro la seguridad del Estado, si la relación con Marruecos “está condicionando las decisiones que está tomando en política exterior y, finalmente, si va a cesar a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, por describir a ese país como una dictadura.