Abascal, que es representante de los populares en la Ponencia de Víctimas de la Cámara vasca, dijo a Servimedia que "sin duda ésa es una vía a explorar", después de que la Audiencia Nacional y la Fiscalía estén tomando medidas para alejar de sus víctimas al asesino de Fernando Buesa o al etarra que acabó con la vida del marido de la edil popular María Pilar Elías.

En este sentido, Abascal, que ha sido objeto, junto a su padre, de numerosas presiones del entorno de ETA, aseguró que el alejamiento sería una medida a estudiar "contra toda esta gente que ha articulado lo que aquí se ha denominado 'violencia de persecución', que no es terrorismo callejero contra personas concretas".

"Sin ninguna duda", dijo Abascal, "todos nosotros veríamos con muy buenos ojos que todas esas personas, cuando sean condenadas por lo que han hecho (en referencia a las amenazas), además de la pena correspondiente se les imponga una medida de alejamiento de las propias localidades en las que vivían antes".

"REINCIDENTES"

A este respecto, el diputado popular añadió que, por su experiencia, los que amenazan "muchas veces son individuos de la misma localidad de la víctima", por lo que sería positivo que no se acercasen a los afectados cuando se les imponga una sentencia.

Añadió que otro argumento en favor de este alejamiento de los que presionan a los no nacionalistas es que "muchos de ellos son reincidentes", ya que quien "se manifiesta debajo de un domicilio es la misma persona que en un momento dado ha llevado a cabo una agresión o ha sido encontrada pintando amenazas".

El parlamentario del PP hizo estas consideraciones después de que la Audiencia diese a conocer la semana pasada una sentencia que condena a cien años de cárcel al etarra Diego Ugarte López de Arcaute por el asesinato de Fernando Buesa, al tiempo que establece que este terrorista no podrá acercarse por cinco años a los familiares del político cuando cumpla su condena.

Al mismo tiempo, la Fiscalía ha anunciado que va a buscar los medios para intentar la expropiación del comercio que el etarra Kándido Azpiazu tiene junto al domicilio la edil del PP de Azkoitia (Guipúzcoa) Pilar Elías, a cuyo marido, Ramón Baglietto, asesinó el 13 de mayo de 1980.