Según algunas informaciones publicadas en los últimos días, el número de visitantes durante los meses de julio y agosto al recinto de la sevillana isla de La Cartuja no es el esperado, por efecto del calor, lo que repercute en el balence económico parcial.

A eso se une la protesta de los propietarios de bares y restaurantes dntro de la Exposición Universal, que se quejan de falta de ingresos debido a que el público accede al recinto con comida y bebida propia.

Por eso, los responsables de la sociedad estatal han prohibido acceder a la Expo con fiambreras, aunque sí se permiten bocadillos.

El PP quiere que el ministro Zapatero explique todos esos detalles y los rumores que auguran un relativo fracaso económico de Expo'92.

La petición de los conservadores no será tramitada por la Mesa del Congreso de los Diputadoshasta el próximo 3 de septiembre, fecha en que está prevista la primera reunión del órgano de gobierno parlamentario después de las vacaciones.