En el escrito, al que tuvo acceso Servimedia, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, explica a Marín los incidentes ocurridos después de que se votaran las enmiendas al proyecto por el que se derogó el trasvase del Ebro.

Zaplana explica que durante esa sesión "unos grupos de personas presentes en las tribunas de invitados y ataviadas con camisetas azules, pertenecientes, al parecer, a una entidad denominada ¡Terres de l¡Ebre´ prorrumpieron en aplausos ostentosos en flagrante violación del artículo 107.2 del vigente Reglamento".

Pese a los gestos de la Presidencia, prosigue, este grupo no sólo no abandonó su actitud "sino que vertieron insultos e hicieron gestos ostensibles de desprecio y amenaza hacia los integrantes de la bancada de mi grupo".

Dice Zaplana que la interpretación que la Presidencia del Congreso puede hacer del Reglamento no es "discrecional" y, sobre todo, no puede llegar a "derogar de hecho" un artículo.

Considera por ello que la "dejación de funciones" de la Presidencia condujo a un "grave menoscabo de la dignidad de los diputados" del PP mientras se encontraban en el ejercicio de su actividad parlamentaria.