Según el portavoz del PP en la Cámara Baja, el uso de drogas de diseño, especialmente del éxtasis, se ha convertido en una práctica habitul entre los jóvenes de nuestros país, siendo sus principales consumidores las personas de entre 17 y 25 años.

Además, el PP indica en la exposición de motivos de la proposición no de ley que las drogas de diseño han inaugurado una nueva etapa en la evolución de las drogodependencias y determinan la aparición de problemas tanto sanitarios como legales.

Algunas variedades de este tipo de drogas son más potentes y ofrecen menor seguridad y mayor riesgo de sobredosis. Otras producen efectos de larga uración en el organismo, aumentando el riesgo de interacción con otras sustancias.

Los efectos a medio y largo plazo están aún por determinar y los mecanismos de actuación de estas nuevas drogas no son del todo conocidos, produciendo muertes ocasionales debidas a la ingestión de pequeñas dosis.

Según el PP, los problemas legales derivan de la dificultad de controlar el tráfico y la distribución de este tipo de drogas, ya que sólo el 20 por ciento de la droga introducida ilícitamente es detectada.Lo que se ha comprobado es el aumento del número de comprimidos y tabletas incautadas, que implica un crecimiento espectacular del consumo de éxtasis en España.

Además, la facilidad en la fabricación de este tipo de sustancias en laboratorios clandestinos y el largo período de tiempo que transcurre hasta su inclusión en las líneas internacionales de sustancias prohibidas, según el Grupo Parlamentario Popular, hacen que se necesiten nuevas soluciones para controlar estas drogas.