A juicio de los parlamentarios del PP, es preciso contrarrestar las pretensiones expresadas por algunas formaciones políticas -en espcial Esquerra Republicana de Catalunya-, que quieren una mayor presencia de los símbolos catalanes en los actos previstos con motivo de los Juegos Olímpicos, cuyo comienzo está previsto para el 25 de julio.

"Cuando en el año 1986 Barcelona fue declarada como ciudad para albergar los XXV Juegos Olímpicos, toda España compartió la alegría de dicha decisión", dicen los senadores.

En la exposición de su pregunta, agregan que "nadie critica" las fuertes inversiones estatales realizadas en Barcelona paa preparar la ciudad, pese a que "han supuesto un freno en el resto de inversiones de infraestructuras en una gran parte de las regiones de España, que ven cómo las mismas se van degradando paulatinamente y son insuficientes en una gran parte de nuestras provincias".

A juicio de los parlamentarios del PP, la mayoría de las provincias españoles se alejan cada vez más de la media europea y de Barcelona en lo que se refiere a infraestructuras.

"Pero a todos nos parece bien este esfuerzo de solidaridd y de sacrificio de otras regiones, porque estos Juegos Olímpicos son los de toda España", agregan.

CATALANIZACION

Sin embargo, José María Bris y Rafael Hernando consideran lamentable que, al acercarse los Juegos Olímpicos, éstos estén "sufriendo tensiones de regionalización, en menoscabo de los niveles del Estado".

Uno de estos "lamentables" hechos, según los senadores, es la decisión del Comité Organizador Olímpico de Barcelona, "que adopta el idioma catalán como oficial y por encima del casellano en las comunicaciones del mismo".

A juicio del Partido Popular, esta decisión "puede ser anticonstitucional y esperemos que no suceda lo mismo con las banderas". Ambos palamentarios ponen como ejemplo los JJOO de Los Angeles, que "estaban presididos por la bandera norteamericana, y no la del Estado de California".

"Si a esto unimos los movimientos de creación del Comité Olímpico Catalán, acertadamente desmentidos por el presidente de la Generalitat, nos encontraremos con un ambiente preocuante, que determinadas personas e instituciones están intentando alimentar", continúan.

Por ello -"preocupados como senadores de una Castilla casi siempre marginada", dicen-, los parlamentarios consideran que el Gobierno debe adoptar medidas para tratar de contrarrestar estas pretensiones catalanistas.