López Valdivielso, portavoz de defensa del Grupo Popular, jutificó esta petición porque el presupuesto de defensa para 1995 sobre el que informaron los Jefes de Etado Mayor en su comparecencia del pasado mes de octubre no tiene nada que ver con el prepuesto que ahora deberán ejecutar.

Añadió que el recorte presupuestario, que puede suponer hasta 55.000 millones de pesetas menos para las Fuerzas Armadas, requiere necesariamente un nueva reflexión, una nueva distribución de prioridades y un nuevo análisis político. En su opinión, el Parlamento no puede ser marginado de decisiones presupuestarias de esta dimensión y de esta trascendencia.

López Valdivielso oinó que el recorte puede poner en riesgo nuestra capacidad de defensa. "El efecto que causará este recorte en las Fuerzas Armadas será dramático", dijo. "En primer lugar, echará por tierra todos los planes en marcha de modernización de los ejércitos, incluido el plan Norte. Las nuevas adquisiciones programadas deberán ser anuladas o pospuestas una vez más. En segundo término, los gastos operativos se reducirán para poder hacer frente así a pagos ya comprometidos. Esto significará a su vez una nueva caída e la operatividad y en la actividad de las Fuerzas Armadas".

El portavoz popular se refirió también al efecto psicológico de este recorte que, en su opinión, "sembrará la desmoralización y la desconfianza en nuestro militares".